En el mercado de segunda mano hay muchos vehículos a la venta. Lo más común es que el primer coche de cada conductor sea un coche de segunda mano con unos cuántos kilómetros en el contador. En la gran mayoría de los casos, la compra tiene lugar entre particulares. No hay factura, ni garantía de taller. No puedes hacer nada en caso de que después de la compra haya defectos en el vehículo. ¿O sí?
¿Qué son vicios ocultos?
Según el Código Civil el vendedor estará obligado al saneamiento por los defectos ocultos de la cosa vendida. En este artículo hablamos de vehículos, pero se aplica también a otras cosas como, por ejemplo, viviendas e incluso animales.
Sin embargo, no responderá frente a todos los defectos que pueda haber en el vehículo. Se tiene que tratar de vicios ocultos. Además, estos vicios tienen que causar una situación donde la cosa, el vehículo, no se puede usar de la forma correcta, de acuerdo con el uso que lo iba a dar.
Unos ejemplos. Si compras un vehículo con una raya en la pintura, cuando tú vas a usar el vehículo para el desplazamiento diario al trabajo, esto no es un vicio oculto.
Si compras un vehículo con la caja de cambios rota, pero en la venta se avisó de ello, no se trata de un vicio oculto. Si la caja de cambios se rompe a la semana de haber comprado el vehículo, por desgaste, sin que el vendedor podía saber que estaba a punto de romperse, tampoco se trata de un vicio oculto.
Por otro lado, si compras el vehículo con una caja de cambios rota, sin que el vendedor te avise de ello cuando sabía de su existencia, sí se trata de un vicio oculto.
Excepciones
En este supuesto existen unas excepciones en la responsabilidad del vendedor.
En primer lugar, no se tratará de vicios ocultos si el vicio está a la vista. Es decir, si compras un vehículo sin retrovisor derecho, no se trata de un vicio oculto aun si el vendedor no te lo ha dicho, ya que es algo que se puede ver fácilmente al observar el vehículo desde fuera.
El otro supuesto en el que no se puede hablar de vicios ocultos, incluso cuando se trata de un vicio mecánico que no se puede ver a primera vista por cualquier comprador, es cuando el comprador es un profesional o, como dice la ley, un perito. En este caso el comprador tiene un conocimiento mayor que la persona media, por lo que no está amparado por esta protección contra vicios ocultos.
Plazo para notificar los vicios ocultos
Cuando crees que existen vicios ocultos, hay que notificar al vendedor en el plazo más breve posible. Esta notificación debe tener lugar por escrito, sea por whatsapp, email o carta certificada, para que se interrumpe el plazo de prescripción. Lo más formal y eficaz para un posible procedimiento posterior es una carta certificada, también conocido como burofax.
Esta notificación debe tener lugar dentro de los seis primeros meses desde la compraventa del vehículo. Si pasan estos seis meses, la responsabilidad del vendedor, persona física, prescribe y cualquier vicio posterior, sea oculto o no, ya no se podrá reclamar del vendedor.
Resultado de la reclamación
Dependiendo del vicio del que se trata, el comprador puede elegir entre la rebajada del precio pagado de forma proporcional con el vicio oculto, o desistir del contrato y la restitución de los gastos pagados en la compraventa.
Si el vicio oculto hace que el vehículo no se puede usar para el destino previsto, lo más lógico sería desistir del contrato. Sin embargo, si se trata de un vicio que estás dispuesto a reparar y/o que no limita el uso tanto que no se puede utilizar de la forma prevista, se puede elegir también por la rebajada del precio. Solo en caso de desistimiento se tiene que devolver todos los gastos abonados en la adquisición.
Por último, si el vendedor conocía el vicio oculto y no avisó al comprador de ello, tendrá que pagar una indemnización para los daños y perjuicios causados en caso de decidir por la resolución del contrato.
Tienes algún vehículo con vicios ocultos y quieres reclamarlos al vendedor, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Selena Escandell Beutick